martes, 7 de julio de 2009

Los arquetipos astrológicos

El concepto y la palabra “arquetipos” fué introducido en psicología por Carl Gustav Jung. Los arquetipos representan un “fondo de imágenes antiguas que pertenecen al tesoro común de la humanidad”. Dice que estas imágenes se las encuentra en todos los tiempos, en todos los lugares, en la mitología y en las leyendas. Y es cierto, estos modelos primordiales están en todos los tiempos, en todas las culturas y en especial y en número substancioso están en los elementos astrológicos y en los mitos y leyendas que los sustentan.

Está claro que Jung se dio cuenta de que muchos de sus patrones se podían analogar a los patrones astrológicos ya existentes, de hecho uno de sus últimos libros, escrito en 1950, empieza diciendo: “ Al escribir este libro, he cumplido una promesa que durante muchos años me faltó el valor para satisfacer”..... y luego nos deja un trabajo astrológico digno de ser conocido por el colectivo. Me refiero al libro titulado “Sincronicidad” donde expone alguna de sus experiencias en el campo de la Astrología.

Pero los arquetipos se conocen desde antiguo, forman parte del conocimiento tradicional y en especial del conocimiento astrológico. Los arquetipos astrológicos son los patrones de comportamiento puros y originales que se extraen de los diferentes elementos interpretativos del universo astrológico. Los arquetipos astrológicos son patrones de comportamiento asociados con los diferentes cuerpos celestes, cada astro actúa como centro receptor de, al menos, un par de patrones de conducta puros, uno masculino y otro femenino, son patrones de comportamiento puros que están relacionados con los signos zodiacales a los que están asociados por regencias o afinidades.

Estos patrones de conducta actúan de manera similar a los patrones de conducta psicológicos conocidos como complejos. Por ejemplo, cuando en psicología nos hablan del complejo de Edipo, se están refiriendo a unas pautas de comportamiento que se extraen de un antiguo mito griego que nace de una revelación del oráculo que dice “tu serás el asesino de tu padre y el amante de tu madre” luego, supongo que todos conocemos la historia de Edipo. En el complejo se queda esta memoria gravada “no sabemos donde o en que lugar del espacio” y actúa como un repetidor de programas que interfiere en la personalidad de algunas personas, sean de la nacionalidad que sean, repiten la conducta del mito.

Jung, como era un Leo muy puro, se dejó llevar por su creatividad y llegó a inventar nuevos arquetipos, nuevos patrones que alguno de ellos eran copia de viejos modelos, decidió que esos modelos no podían estar en el flogisto, así que pensó que sería bueno que existiera un “inconsciente colectivo” una especie de almacén de memoria colectiva al que están abonados los sujetos que pertenecen a determinado grupo cultural, una cosa a sí como los abonados a diferentes canales. Antes que él, hubo otros indivíduos más esotéricos que pensaron que sería bueno que existiéra un Registro Akhasico, un lugar donde se reuniera toda la memoria colectiva de todos. Un invento más moderno son los campos mórficos de Seldrake, que es lo mismo pero ampliado a todo tipo de memoria humana, animal, vegetal y mineral.

Campos mórficos, registro akhasico, inconsciente colectivo, todo son palabras para designar algo que contiene patrones de conducta, memoria de patrones de comportamiento, es decir arquetipos.

No existe ningún sistema de conocimiento que disponga de la riqueza de patrones de conducta humana como el que disponemos en astrología, baste recordar que hay arquetipos que son modelos de conducta relacionados con los elementos, otros con los impulsos, otros con las polaridades y los más universamente conocidos se extraen de los cuerpos celestes y los mitos que se sujetan a ellos.

De tal manera que un signo de fuego siempre contendrá un patrón de comportamiento fogoso; un signo de agua contendrá un patrón de conducta emocional; uno de aire contendrá un patrón de comportamiento mental mientras que cualquier signo de tierra contendrá un patrón de conducta materialista o realista.

Cada grupo de signos zodiacales por pertenecer a una manifestación de la triplicidad tiene un contenido de patrones de conducta. Los signos cardinales tienen una manera de proceder que los hace semejantes en esa pauta de conducta de ser emprendedores, o los signos mutables contienen una regla de conducta que los hace variables y flexibles, o los signos fijos contienen una patrón de comportamiento paciente y perseverante.

Cada elemento astrológico es como un recipente que contiene patrones de comportamiento originales o lo que es lo mismo arquetipos astrológicos.
Cada signo zodiacal tiene su propio modelo como resultado de la combinación de diferentes arquetipos.

En sí mismo un signo zodiacal no es nada, un signo zodiacal adquiere sus mejores patrones de comportamiento a través de los planetas que lo rigen y de los que tengan exaltación, pero también adopta patrones de conducta de los planetas que allí tienen destierro o caida, pero en un sentido de carencia o dificultad para asumirlos. Así que, por ejemplo, en el signo de Aries donde Venus tiene su destierro, las mejores cualidades del patrón de conducta de Venus, como es la simpatía, la dulzura y la amabilidad, son de extremada dificultad para su expresión, se percibe precisamente por su carencia o en la dificultad que tienen las personas con planetas personales en Aries para su manifestación.

De esta manera cada signo zodiacal contiene a varios patrones de comportamiento o varios arquetipos, muchos de ellos perfectamente conocidos y utilizados por todos y otros semiolvidados, perdidos o abandonados. En unos signos zodiacacles se nota el olvido de patrones o arquetipos masculinos, como en Tauro o en Libra, mientras que en otros signos se aprecia el olvido de arquetipos femeninos como ocurre con Capricornio o Virgo.

Los arquetipos astrológicos más importantes están centrados en los antiguos dioses que a su vez están relacionados con los diferentes planetas.

-Es tan potente este reflejo velado de los dioses que llegan a recibir culto por parte de determinados grupos humanos-. Por ello conviene recordar que los dioses son entes vivos que evolucionan al lado de los seres en quienes sobreviven. El dios Saturno de ahora, ya no es un viejo flaco de rojas vestiduras y luenga barba blanca. En nuestros tiempos y para aquellos que estamos conectados al “canal de cultura occidental” Saturno ha evolucionado y ya no pasa hambruna pues ha engordado bastantes kilos y ha cambiado de nombre.

El dios Marte, tampoco va desenvainando su iracunda espada en el orbe de nuestro “canal cultural”, no somos chechenos, ni hutus, a Marte le basta con escuchar todos los insultos y las blasfemias dominicales de los que le dan culto de manera inconsciente asistiendo a los espectáculos masivos donde unos grupos se enfrentan con otros de manera mucho más pacífica que en tiempos antiguos.

Los dioses que conforman los arquetipos astrológicos, influyen en la conducta humana, son como entes vivos que reciben culto y tienen sus templos donde se realizan celebraciones multitudinarias en su honor.